xoves, 5 de maio de 2011

Comunicado de la Federación Estatal de Foros por la Memoria Federación Estatal de Foros por la Memoria

El próximo fin de semana vamos a realizar una nueva ronda de concentraciones exigiendo Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del franquismo



El próximo fin de semana del 7 y 8 de mayo asociaciones que formamos parte de la Federación Estatal de Foros por la Memoria vamos a realizar una nueva ronda de concentraciones (la décima) exigiendo Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del franquismo.
Al coincidir estos actos con la campaña para las elecciones municipales y autonómicas del próximo 22 de mayo, instamos a las fuerzas políticas a analizar la actual situación de la recuperación de la memoria histórica democrática y la indefensión judicial de las víctimas del franquismo en nuestro país. Exigimos una clarificación y un compromiso público que vaya más allá del mero oportunismo coyuntural o electoralista.
Felicitamos a las (numerosas, pero minoritarias) instituciones que durante estos años han realizado avances y se han comprometido seriamente en políticas de higiene democrática, eliminando elementos de homenaje a jerarcas del régimen franquista, militares perjuros y criminales de guerra. Pero queda mucho camino por recorrer para que este país pueda homologarse a las naciones democráticas de nuestro entorno. Por ello, no podemos más que hacer una valoración global negativa de la situación actual.
La llamada Ley de la Memoria de 2007 se cuidó de establecer subterfugios para impedir la eliminación de toda la imaginería fascista, tales como el indulto por discutibles cualidades artísticas, o por presunta significación religiosa. Asimismo, la inexistencia, a fecha de hoy, de un reglamento de la Ley que establezca tipologías y plazos, permite que las políticas de memoria democrática se estén aplicando dependiendo de la discrecionalidad del gobernante y de las competencias habituales de cada institución, y no de la Ley de Memoria.
Las fuerzas políticas conservadoras se mantienen en una permanente situación de anomalía democrática, secuestrando el discurso de las víctimas y exigiendo justicia y reparación en exclusiva para un colectivo particular, mientras niegan la aplicación de los derechos humanos a las víctimas del terrorismo de estado franquista. Recurriendo permanentemente, además, a la humillación y el insulto. Un terrorismo franquista que se ejerció durante décadas contra el conjunto de la sociedad, utilizando para ello los poderes del Estado a partir del secuestro a punta de pistola y crucifijo, de la soberanía popular.
Entendemos que, para los sectores políticos herederos del franquismo sociológico, a los que se unen últimamente intelectuales “orgánicos” en defensa del modelo de impunidad y los pactos de olvido de la transición, resulta difícil asumir que su vida ha transcurrido en el “lado condenable de la historia”. Ni que se conozca que, en muchos casos, el status social y económico del que disfrutan hoy proviene del beneficio obtenido por sus antepasados colaborando con la dictadura. Defendemos que ser demócrata va mucho más lejos de autoproclamarse como tal, y que, como hicieron hace ya muchos años las derechas democráticas europeas, es indispensable asumir que ser demócrata pasa ineludiblemente por ser antifascista.
Pero la anomalía democrática en el estado español no afecta exclusivamente a los herederos directos de la dictadura, sino que podemos encontrar, por ejemplo, casos de presidentes autonómicos pertenecientes a formaciones nominalmente progresistas, que se declaran contrarios a la recuperación de la memoria histórica democrática con el argumento de que “son presidentes del futuro y no del pasado”, pero que en actos oficiales rinden homenaje como invitados de honor a individuos que en su día realizaron el juramento de lealtad personal a Adolfo Hitler.
Entendemos asimismo, que las fuerzas políticas que en su día apoyaron la llamada Ley de la Memoria están obligadas a promover políticas públicas activas de memoria, mucho más lejos de lo establecido por la misma, al menos para intentar recuperar la credibilidad perdida en la aprobación y legitimación de una Ley manifiestamente incompatible con el irrenunciable derecho a la Verdad, la Justicia y la Reparación de las víctimas del franquismo.
Por tanto, de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas, exigimos a las formaciones políticas democráticas, un compromiso expreso con políticas públicas de memoria en sus ámbitos respectivos:
- Eliminación inmediata y completa de la simbología de homenaje y reconocimiento a la dictadura, al golpe de estado del 18 de julio, y a la colaboración del franquismo con el régimen nacionalsocialista en la guerra mundial.
- Renuncia por parte de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas a asumir funciones y competencias con respecto a las fosas comunes del franquismo, dado que por tratarse de crímenes contra la humanidad debe dárseles exclusivamente un tratamiento judicial.
- Desarrollo de políticas públicas activas de memoria orientadas al reconocimiento social, la explicación histórica y la socialización de los valores de los defensores de la legalidad democrática republicana y los resistentes antifranquistas.
- Establecimiento de marcos de interlocución y colaboración permanentes entre las instituciones y las asociaciones de víctimas, de derechos humanos y de recuperación de la memoria histórica democrática.
Consideramos que este compromiso no sólo debe formar parte de programas electorales; también tiene que incluirse en la negociación de pactos y programas de gobierno tras las elecciones, estableciéndose garantías de su cumplimiento íntegro en la legislatura que comienza.

Federación Estatal de Foros por la Memoria
2 de mayo de 2011

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